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Las definiciones de Migrantes y Refugiados según la ONU

Las Naciones Unidas definen el migrante como «alguien que ha residido en un país extranjero durante más de un año independientemente de las causas de su traslado, voluntario o involuntario, o de los medios utilizados, legales u otros».

¿Migrante, emigrante e inmigrante? 

Migrante, emigrante e inmigrante son formas válidas y correctas para decir lo mismo: persona que deja un lugar para establecerse en otro.

 Migrante: Se refiere a la persona que migra, a aquel sujeto que abandona el lugar en el que habita y que llega a otra parte, para radicarse y constituir se hogar en él.

 Emigrante: Se refiere a la persona que emigra, a aquella que

se traslada del lugar donde tiene establecido su hogar (pueblo, ciudad, país), para establecerse en otro.

 Inmigrante: Se refiere a una persona que deja su país natal y se va para otro, para radicarse en él.

Aunque, también, es bueno aclarar que: A este respecto, cabe señalar que el sustantivo emigrante pone el foco en la persona que abandona su hogar, mientras que inmigrante hace referencia a esa misma persona, pero desde la perspectiva de quien ya ha llegado a su nuevo destino para radicarse en él.

 De modo más amplio, el Diccionario de la lengua española define migrante como "alguien que migra", esto es, "que se traslada desde el lugar en que habita a otro diferente", definición general con la que es posible designar a todo aquel que se desplaza de un lugar a otro .

Migrante es el término más general para referirse a toda aquella persona que abandona el lugar en que habita o llega a otro destino para establecerse en él.

Con motivo de los flujos migratorios que afectan en la actualidad a millones de personas en todo el mundo, en los medios de comunicación ha surgido la duda sobre la palabra que conviene emplear para referirse a todas ellas de manera general.

A este respecto, cabe señalar que el sustantivo emigrante pone el foco en la persona que abandona su hogar, mientras que inmigrante hace referencia a esa misma persona, pero desde la perspectiva de quien ya ha llegado a su nuevo destino para radicarse en él.

De modo más amplio, el Diccionario de la lengua española define migrante como ‘que migra’, esto es, ‘que se traslada desde el lugar en que habita a otro diferente’, definición general con la que es posible designar a todo aquel que se desplaza de un lugar a otro.

Las diferencias entre migrantes y refugiados

Los refugiados salen de su país de forma forzosa debido a una situación de gran violencia, como por ejemplo los refugiados sirios. Los migrantes salen de su país de forma voluntaria, aunque la situación en la que se encuentran también puede ser extrema.

¿Cuáles son las diferencias entre refugiados y migrantes?

Decimos 'refugiados' cuando nos referimos a personas que huyen de la guerra o persecución y han cruzado una frontera internacional. Y decimos 'migrantes' cuando nos referimos a personas que se trasladan por razones no incluidas en la definición legal de refugiado.

Sí, hay una diferencia y sí, es importante. Los dos términos tienen significados diferentes y confundirlos conlleva problemas para ambas poblaciones. A continuación se explica por qué:

Los refugiados son personas que huyen de conflictos armados o persecución. Para finales del 2015, había 21,3 millones en el mundo. A menudo, su situación es tan peligrosa e intolerable, que cruzan fronteras nacionales para buscar seguridad en países cercanos, y así, ser reconocidos internacionalmente como “refugiados”, con asistencia de los estados, el ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiado) y otras organizaciones. Ellos son reconocidos precisamente porque es demasiado peligroso para ellos el regresar a casa, y necesitan asilo en otros lugares. Estas son personas, a quienes negarles el asilo, puede traerles consecuencias mortales.

El derecho internacional define y protege a los refugiados. La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967, así como otros instrumentos legales, tales como la Convención de la OUA (Organización para la Unidad Africana) por la que se regulan los aspectos específicos de problemas de los refugiados en África de 1969, continúan fundamentos para la protección moderna de los refugiados. Los principios legales que consagran han permeado en innumerables otras leyes y prácticas internacionales, regionales y nacionales. La Convención de 1951 define quién es un refugiado y establece los derechos básicos que los estados deben brindar a los refugiados. Uno de los principios fundamentales establecidos en el derecho internacional es que los refugiados no deben ser expulsados o devueltos a las situaciones en las que sus vidas y su libertad puedan verse amenazadas.

La protección de los refugiados tiene muchos ángulos. Estos incluyen la protección contra la devolución a los peligros de los cuales han huido; el acceso a procedimientos de asilo justos y eficientes; y medidas que garanticen que sus derechos humanos básicos sean respetados, que les permitan vivir en condiciones dignas y seguras, mientras los ayudan a encontrar una solución a más largo plazo. Los estados tienen la responsabilidad primordial de esta protección. Por lo tanto, el ACNUR trabaja de forma cercana con los gobiernos, asesorándolos y apoyándolos en lo que necesiten para implementar sus responsabilidades.

Los migrantes eligen trasladarse no a causa de una amenaza directa de persecución o muerte, sino principalmente para mejorar sus vidas al encontrar trabajo o por educación, reunificación familiar, o por otras razones. A diferencia de los refugiados, quienes no pueden volver a su país de forma segura, los migrantes continúan recibiendo la protección de su gobierno.

Para los gobiernos esta distinción es importante. Los países tratan a los migrantes de conformidad con su propia legislación y procedimientos en materia de inmigración. En el caso de los refugiados, los países los tratan aplicando normas sobre el asilo y la protección de los refugiados, que están definidas tanto en su legislación nacional, como en el derecho internacional. Los países tienen responsabilidades específicas hacia cualquier persona que solicite asilo en su territorio o en sus fronteras. El ACNUR ayuda a los países a enfrentar sus responsabilidades de asilo y protección.

La política tiene una forma de intervenir en estos debates. Confundir refugiados y migrantes puede tener serias consecuencias en la vida y la seguridad de los refugiados. Mezclar los dos términos desvía la atención de protecciones legales específicas que requieren los refugiados. Puede perjudicar el apoyo público hacia los refugiados y la institución del asilo en un momento en que más refugiados que nunca necesitan dicha protección. Necesitamos tratar a todos los seres humanos con respeto y dignidad. Necesitamos asegurarnos de que los derechos humanos de los migrantes sean respetados. Al mismo tiempo, también necesitamos proveer una respuesta legal adecuada para los refugiados, debido a su problemática particular.

Regresando a Europa y al gran número de personas que han llegado en los últimos años a Grecia, Italia y demás lugares en embarcaciones. ¿Quiénes son ellos? ¿Refugiados o migrantes?

De hecho, son ambos. La mayoría de las personas que han llegado este año a Italia y Grecia, en particular, proceden de países afectados por la guerra o que son considerados como países expulsores de refugiados, y por lo tanto requieren protección internacional. Sin embargo, una parte más pequeña de ellos procede de otros lugares y para muchas de estas personas el término ‘migrante’ sería el más apropiado.

Por lo tanto, en el ACNUR decimos ‘refugiados y migrantes’ cuando nos referimos a movimientos de personas por mar o en otras circunstancias, en donde creemos que ambos grupos puedan estar presentes -las travesías marítimas en el sudeste de Asia son otro ejemplo. Decimos ‘refugiados’ cuando nos referimos a personas que huyen de la guerra o persecución y han cruzado una frontera internacional. Y decimos ‘migrantes’ cuando nos referimos a personas que se trasladan por razones no incluidas en la definición legal de refugiado. Esperamos que otros acepten hacer lo mismo. La elección de las palabras sí importa.

SEGÚN AMNISTIA.

Terminos como REFUGIADO, SOLICITANTE DE ASILO y MIGRANTE, se emplean para describir a personas en movimiento que han abandonado su país y han cruzado fronteras.

Los términos migrantes y refugiado se usan como sinónimos pero es importante distinguirlos por sus diferencias jurídicas .

UNA PERSONA REFUGIADA es aquella que ha tenido que huir de su país porque por peligro de su vida o por violencias hacia su persona en su país, por lo que tiene que abandonarlo y buscar seguridad y por tanto tiene derecho a la protección internacional.

Una persona solicitante de asilo es una persona que ha salido de su país y busca protección, pero que todavía no ha sido legalmente reconocida como refugiada, esta en espera de la decision de concesión de asilo.

UNA PERSONA MIGRANTE: No hay definición internacional aceptada de persona migrante. Son los que salen de su país para estudiar, trabajar, reunirse con su familia, inestabilidad política…no encajan en personas refugiadas.

Las leyes para personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo

Con independencia de cómo y por qué llegan a un país, el derecho internacional protege los derechos de las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo, que tienen los mismos derechos que las demás personas, más unas protecciones especiales o específicas, como las siguientes:

la Declaración Universal de Derechos Humanos (artículo 14), que afirma que, en caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país;

la Convención de la ONU sobre los Refugiados, de 1951 (y su Protocolo de 1967), que protege a las personas refugiadas contra la devolución a los países donde corren el riesgo de ser perseguidas;

la Convención sobre los Derechos de los Trabajadores Migrantes, de 1990, que protege a las personas migrantes y sus familias;

los instrumentos legales regionales sobre las personas refugiadas (como la Convención de la OUA de 1969, la Declaración de Cartagena de 1984, el Sistema Europeo Común de Asilo y el Reglamento Dublín).

Ver también: HISTORIA DE LAS MIGRACIONES según Wikipedia